Determinar la fecha de los evangelios es muy importante. Si se puede establecer que los evangelios fueron escritos antes del año 70 d.C., entonces, tendríamos buenas razones para creer que quienes los escribieron fueron los mismos discípulos de Jesús; así, su fiabilidad, autenticidad y exactitud serán mejor apoyadas. Además, si los evangelios hubieran sido escritos en una época más temprana, esto significaría que no habría habido suficiente tiempo para que el mito entrara en los registros de los evangelios, ya que los mismos, testimoniaban de la vida de Cristo y la razón por la que estos se escribieron. Aún más, aquellos en contra de Cristo y del naciente cristianismo, y que estaban vivos al momento de los eventos, hubieran podido argumentar los registros de los evangelios; pero como no tenemos escritos contradictorios acerca de estos, tanto la autoría temprana, como también la autoría apostólica, se volvería aún, más fundamental.
Lucas y Hechos: La destrucción del templo en el año 70 d.C.
Ninguno de los evangelios menciona la destrucción del templo judío en el año 70 d.C. Esto es significativo ya que Jesús había profetizado su destrucción: “Y a unos que hablaban de que el templo estaba adornado de hermosas piedras y ofrendas votivas, dijo: 6 En cuanto a estas cosas que veis, días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra, que no sea destruida.” (Lucas 21:5-6, ver también Mateo 24:1; Marcos 13:1). Esta profecía fue cumplida en el año 70 d.C. cuando los romanos saquearon a Jerusalén y quemaron el templo. Al hacerlo, el oro del templo se derritió entre las paredes de piedra y los ambiciosos romanos removieron piedra por piedra estas paredes para obtener así el oro derretido. Tan claro cumplimiento de la profecía de Jesús hubiera tenido que ser registrado por los escritores de los evangelios si ellos hubieran escrito después del año 70 d.C. Además, si los evangelios fueran inventos de eventos míticos o leyendas, entonces, todo aquello usado para reafirmar las reclamaciones mesiánicas, tales como la destrucción del templo como la profetizó Jesús, seguramente habría sido incluido. Pero el hecho de que no se incluyeron, sugiere que los evangelios; por lo menos el de Mateo, Marcos y Lucas, fueron escritos antes del 70 d.C.
De igual manera, este argumento es importante cuando consideramos la fecha del Libro de los Hechos, el cual fue escrito después del evangelio de Lucas, siendo Lucas el autor de ambos. Hechos es el relato histórico de la iglesia cristiana después de la ascensión de Jesús. Este libro, tampoco menciona los eventos increíblemente significativos del año 70 d.C., los cuales hubieran sido extremadamente relevantes y proféticamente importantes y naturalmente, se hubieran tenido que incluir en este libro si estos hubieran sucedido antes de que Hechos hubiera sido escrito. Recuerde que Hechos es un libro que trata acerca de la historia temprana de la iglesia. El hecho de que la destrucción de Jerusalén y del templo –eventos significativamente importantes– no se hayan registrado, es un fuerte indicio de que Hechos fue escrito antes del 70 d.C. Si a esto le agregamos el hecho de que no incluye los registros de “la persecución por parte de Nerón a los cristianos en el año 64 d.C. o la muerte de Santiago (62 d.C.), Pablo (64 d.C.), y Pedro (65 d.C.)” [1] tenemos entonces evidencias adicionales de que fue escrito mucho antes que los eventos antes mencionados y no mucho después de la ascensión de Jesús al cielo.
- Hechos 1:1-2: "El primer registro que compuse, Teófilo, acerca de todas las cosas que Jesús empezó a hacer y a enseñar, 2 hasta el día en que fue tomado arriba, después de que había dado órdenes por el Espíritu Santo a los apóstoles a quienes Él había escogido."
Muchos eruditos afirman que Hechos fue escrito por Lucas y que Teófilo (del griego “Dseófilos”, “amigo de Dios”), "podría haber sido el patrón de Lucas el cual financió el escrito de Lucas y Hechos." [2] Esto significa que el evangelio de Lucas fue escrito antes que Hechos (Hch 1:1).
- "El Libro de Hechos no pudo haber sido escrito antes de la señal cronológica que se encuentra en el libro—la de Festo señalado como procurador (24:27), la cual, y con base en fuentes independientes, parece haber ocurrido entre los años 55 y 50 d.C." [3]
- "Es cada vez más aceptado que el Documento Q, el cual data de una época temprana, antes del 50 D.C., como el evangelio de Marcos y Hechos, escrito por Lucas, fueron escritos cuando Pablo todavía se encontraba vivo. El evangelio de Lucas es antes que Hechos (Hch 1:1). La fecha de Hechos todavía se encuentra en disputa, pero la más temprana (cerca del año 63 d.C.) está ganando aceptación.”[4]
Para claridad, se supone que Q es una de las fuentes documentales usadas tanto por Mateo como por Lucas para escribir sus evangelios. Si Q realmente existiera, entonces esto llevaría a los primeros escritos de las palabras y hechos de Cristo aún más en el pasado, disminuyendo así el tiempo, para que el mito hubiera entrado lentamente de manera tal, que le agregaría validez y veracidad a los registros de los evangelios. Si es verdad lo que se dice en Hechos, esto podría significar que Lucas escribió, por lo menos, antes del 63 d.C., y posiblemente antes, entre el 55 al 59, ya que Hechos es el segundo en la serie de escritos de Lucas. Esto significaría que el evangelio de Lucas fue escrito dentro de los siguientes treinta años después de la muerte de Jesús.
Mateo
La iglesia primitiva en forma unánime, sostiene que el evangelio de Mateo fue el primer evangelio escrito por el apóstol del mismo nombre (Mateo 10:2-4: “Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; 3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, 4 Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó”). Finalmente, la prioridad de Mateo como el primer evangelio escrito ha llegado a estar bajo sospecha con relación a Marcos, el cual, es considerado por muchos como el primer evangelio escrito. Pero el debate está lejos de terminar.
El historiador Papias menciona que el evangelio de Mateo estaba escrito originalmente en arameo o hebreo y le atribuía su autoría a Mateo, el apóstol. [5]
- "Ireneo (alrededor del 180 d.C.) continuó con el punto de vista de Papias acerca de Mateo y Marcos agregando su creencia de que Lucas, el seguidor de Pablo, escribió en un libro el evangelio predicado por ese apóstol, y de que Juan, el Discípulo Amado, publicó su evangelio mientras estaba viviendo en Asia. En el tiempo de Ireneo, Hechos también fue relacionado con Lucas, el compañero de Pablo.”[6]
Esto podría significar que si Mateo escribió originalmente en arameo, él podría haber usado a Marcos como guía, agregando y aclarando ciertos eventos como los recordaba él. Pero esto no se sabe con certeza.
La cita más temprana que se hace de Mateo se encuentra en Ignacio, quien murió alrededor del 115 d.C. Por lo tanto, Mateo estaba en circulación mucho antes de que Ignacio apareciera en escena. Las fechas, tan ampliamente variadas, sostienen como posible tiempo de los escritos de los evangelios los años del 40 al 140 d.C. Pero Ignacio murió alrededor del 115 d.C. y él había citado a Mateo; por lo tanto, Mateo tuvo que haber sido escrito antes de que Ignacio muriera. Aun así, generalmente se cree que Mateo fue escrito antes del año 70 d.C. y tan temprano como el 50 d.C.
Marcos
Marcos no fue testigo ocular de los eventos de la vida de Jesús. Él, fue discípulo de Pedro e indudablemente fue Pedro quien le informó a Marcos de la vida de Cristo y le guió al escribir el evangelio conocido con su nombre.
- "Papias reclamaba que Marcos el Evangelista, el cual nunca había escuchado hablar de Cristo, fuera el intérprete de Pedro, y que él cuidadosamente llevó un registro de todas las cosas que recordaba de la predicación de Pedro." [7]
Generalmente se dice que Marcos fue el evangelio más temprano con una autoría del mismo entre los años 55 al 70 d.C.
Lucas
Lucas no fue testigo ocular de la vida de Cristo; él fue compañero de Pablo quien a su vez, tampoco fue testigo de la vida de Cristo. Sin embargo, ambos tuvieron una gran oportunidad de conocer a los discípulos que sí conocieron a Cristo y aprendieron, no solo de ellos, sino también de otros en el área. Algunos podrían considerar esta situación como dañina en cuanto a la validez del evangelio, pero es todo lo contrario. Lucas fue un gentil convertido a Cristo el cual, estaba interesado en los hechos y debido a esto, habría, obviamente, entrevistado a los testigos oculares y escrito el registro del Evangelio, así como también, el de Hechos.
- Hechos 1:1-13: “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; 3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.”
Note como habla Lucas: “a los apóstoles”, “a quienes”, “apareciéndoseles”; o sea, aquellos que habían tenido encuentros personales con Cristo. Lucas está simplemente narrando los eventos contados por los discípulos. Debido a que Lucas está de acuerdo con Mateo, Marcos y Juan y debido también a que no existe información contradictoria dada por los discípulos con relación a que Lucas no fuera veraz, y el hecho de que Lucas había demostrado ser un historiador muy veraz, podemos entonces concluir que el registro de Lucas es muy exacto.
En cuanto a la fecha del evangelio, Lucas fue escrito antes que el Libro de Hechos y éste, no menciona “la persecución de los cristianos por parte de Nerón en el 64 d.C., o las muertes de Santiago (62 d.C.), Pablo (64 d.C.), y Pedro (65 d.C.).” [8]
Por lo tanto, podemos concluir que Lucas fue escrito antes del 62 d.C.
- “El evangelio de Lucas va antes que el Libro de los Hechos (Hch 1:1). La fecha de Hechos está todavía en discusión, pero la fecha temprana (alrededor del 63 d.C.) está ganando apoyo constantemente." [9]
La introducción de la historia de la Navidad en el evangelio de Lucas resulta familiar para muchos de nosotros...
Y aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. [Lucas 2:1-3, The Holy Bible, New King James Version.]
En este pasaje del evangelio de Lucas, leemos de un edicto de Augusto César por el cual todo el mundo debía pagar impuestos, y todo el mundo debía regresar a sus ciudades de nacimiento para un censo formal. También leemos que este concepto de registro y pago de impuestos fue decretado por primera vez cuando Cirenio (también conocido como Quirinio) gobernaba Siria. Bien, por siglos, este texto entero fue considerado una invención, ya que no existía ningún registro secular de tal censo romano, o de que la gente había tenido que regresar a sus ciudades de origen. También, el único registro de Cirenio (Quirinio) como "gobernador" de Siria fue del 6 al 7 d.C. (Josefo), demasiado tarde para coincidir con el registro bíblico.
¿Adivinen qué? Descubrimientos recientes revelan que los romanos sí tenían un registro regular de pago de impuestos, y mantenían un censo formal cada 14 años, comenzando en el reinado de Augusto César. [E. M. Blaiklock, "Quirinius," The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible, vol. 5, Zondervan Publishing House, 1976, 6. Ver también: http://users.rcn.com/tlclcms/census.html#Anchor4] Adicionalmente, una inscripción y otras evidencias arqueológicas revelan que Cirenio "gobernaba" realmente en Siria alrededor del 7 a.C. (aunque no con el título oficial de "gobernador", él era el líder militar en el territorio). [Ronald Marchant, The Census of Quirinius: The Historicity of Luke 2:1-5, Interdisciplinary Biblical Research Institute, Research Report #4, 1980, 4-6, http://www.ibri.org/04census.htm.] Finalmente, un papiro descubierto en Egipto discute generalmente el sistema de los impuestos romanos, declarando lo siguiente: "Debido al próximo censo es necesario que todos aquellos que residan por alguna causa lejos de sus ciudades, deben de inmediato prepararse para regresar a sus gobiernos originales para que puedan completar el registro familiar del empadronamiento..." [http://users.rcn.com/tlclcms/census.html#Anchor4. Citado en Maier, Fullness, 4, quien esta citando de A. H. M. Jones, ed., A History of Rome through the Fifth Century, Harper and Row, 1970, II, 256f. ]
Tuve que admitir que Lucas pasó mi noción de "prueba de credibilidad." De hecho, su estilo distaba mucho del fanatismo religioso que yo esperaba. Como yo, su único objetivo al escribir sus relatos era el recopilar la evidencia y presentar el "caso" histórico de Jesús y sus enseñanzas. Para mí, era impresionante que Lucas escribiera su texto entero como un trabajo de investigación -- "un relato ordenado" -- para un oficial romano llamado Teófilo. He aquí el comienzo del relato de Lucas:
"Me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido."
Entonces, como un comentarista de historia de autoridad, Lucas pasó mi prueba con creces.
Juan
El escritor del evangelio de Juan fue obviamente un testigo ocular de los eventos de la vida de Cristo, ya que él habla desde la perspectiva de haber estado presente durante muchos de los eventos sucedidos en el ministerio de Cristo y demuestra un buen conocimiento de la geografía y costumbres de Israel.
El fragmento del papiro 52 de John Rylands encontrado en Egipto acerca del evangelio de Juan y fechado en el año 125-135 contiene porciones de Juan 18, versículos 31-33. 37-38. Es el último de los evangelios y parece haber sido escrito entre los años 80 y 89. Muchos eruditos dicen que éste fue escrito al inicio del 90. Esto significa que el lapso de tiempo entre el escrito original de Juan y su copia más temprana (fragmento) es de aproximadamente de 35 a 45 años.
Es importante hacer notar la falta de mención de la destrucción del templo judío en el 70 d.C., pero esto es entendible ya que Juan no se estaba enfocando en eventos históricos y escribió el evangelio tal vez unos 20 años antes de la destrucción del templo. Juan se enfocó en el aspecto teológico de la persona de Cristo y enumeró Sus milagros y palabras que afirman la deidad de Cristo.
Aunque todavía existen algunos debates acerca de las fechas de cuándo los evangelios fueron escritos, estos, muy seguramente fueron terminados antes de que finalizara el primer siglo y fueron escritos por testigos oculares o bajo la dirección de testigos oculares.
En el evangelio de Juan, Jesús sana a un hombre en el Estanque de Betesda. Juan describe que el estanque tenía cinco pórticos. [Juan 5:1-15] Hasta recientemente, este lugar era un punto de escepticismo por parte de los expertos. Entonces, a poco más de doce metros debajo de la tierra, los arqueólogos descubrieron un estanque con cinco pórticos, y un área alrededor que coincide perfectamente con la descripción de Juan. [http://www.digbible.org/tour/bethesda.html.] Más adelante en el texto, Juan describe el Estanque de Siloé, [Juan 9:7] otro lugar de contención por cientos de años. Bien, arqueólogos descubrieron este estanque en 1897. [http://www.bible-history.com/jerusalem/firstcenturyjerusalem_pool_of_siloam.html.]
Más adelante en el evangelio de Juan, Juan describe a Poncio Pilatos hablando con Jesús, desde su silla de juicio, en un lugar llamado "el Pavimento" ("Gabbatha" en hebreo). 5 Por cientos de años, expertos han usado este "mito" para rechazar el relato de Juan acerca de Jesús y el juicio de Pilatos, porque no existía ningún registro histórico de una corte llamada Gabbatha o "el Pavimento" en Jerusalén. Sin embargo, el famoso arqueólogo William Albright reveló que ese lugar fue, de hecho, la corte de la Torre de Antonia, la cual fue destruida por los romanos entre el 66 y 70 d.C. Permaneció enterrada cuando Jerusalén fue reconstruida en los tiempos de Adrian, pero fue recientemente descubierta durante excavaciones allí. [William Albright, The Archaeology of Palestine, Penguin Books, 1960.]
Bien, esto es excelente para el "soporte del lugar," pero ¿qué hay de esos "gigantescos" personajes tales como Poncio Pilatos, el procurador de Roma quien presidió el juicio de Jesús?
Bien, en 1961, arqueólogos descubrieron un fragmento de una placa en Cesarea, una ciudad romana a lo largo de la costa mediterránea de Israel. La placa fue escrita en latín e incrustada en una sección de escalones que conducen al Anfiteatro de Cesarea. La inscripción incluye lo siguiente: "Poncio Pilatos, Prefecto de Judea ha dedicado al pueblo de Cesarea un templo en honor de Tiberio." El emperador Tiberio reinó desde el 14 al 37 d.C., coincidiendo perfectamente con el relato del Nuevo Testamento que escribe que Poncio Pilatos se desempeñó como gobernador desde el 26 al 36 d.C. [Price, The Stones Cry Out, 307-308.]
Pero... ¿no fue el Nuevo Testamento escrito cientos de años después de Cristo?
Aunque algunos dicen que el Nuevo Testamento fue escrito entre 100 y 300 años después de que Cristo murió, la verdad es que éste fue escrito antes de que se terminara el siglo 1º por aquellos que conocían personalmente a Cristo, que habían tenido encuentros con Él o que estaban bajo la dirección de aquellos que fueron los discípulos de Jesús. [10]
Al respecto, el escritor Josh McDowell comenta: “Tenemos a nuestra disposición la historia escrita por Tucídides (460-400 AC), la cual se basa sólo en ocho manuscritos que datan del año 900 DC, es decir de 1300 años después de que lo escribiera. Los manuscritos de la historia de Herodoto son de una fecha igualmente posterior y escasos pero como indica F.F. Bruce “ningún erudito en la literatura clásica estaría dispuesto a escuchar el argumento de que la autenticidad de Herodoto o Tucídides sea puesta en duda por el hecho de que los manuscritos más primitivos de sus obras que podemos leer fueron escritos 1300 años después de escritas las obras originales”. Aristóteles escribió su obra Poética alrededor del 343 AC. Sin embargo la más antigua copia data del 1100 DC. Esto quiere decir que entre el original y la copia hubo un período de 1400 años. Sólo existen cinco manuscritos de esta obra. César compuso su Historia de las guerras gálicas entre el 58 y el 50 DC. La autoridad de su obra, en lo que se refiere a manuscritos, se basa en manuscritos escritos mil años después de su muerte”.
En contraste, del Nuevo Testamento hoy existen más de 20.000 copias manuscritas y la mayoría de especialistas concuerda en que los textos fueron redactados en el siglo I DC, es decir, sólo unas pocas décadas después de que ocurrieran los hechos y en el caso de los discípulos por fuentes de primera mano además, es decir, por testigos oculares, por hombres que conocieron a Jesús en persona y que vivieron y trabajaron codo a codo con él. ¿Pero cuándo fueron redactados los Evangelios? ¿Muchísimo después de la muerte de Jesús como dicen los ateos? ¡Nada más lejos de la realidad! Sir Frederic Kenyon, quien fue director y bibliotecario del Museo Británico, afirmó: “El intervalo entre las fechas de la composición original y la más primitiva evidencia existente es tan pequeño que, verdaderamente, es insignificante”. Por su parte William Albright, considerado el más destacado arqueólogo bíblico a nivel mundial, escribió: “Podemos afirmar con absoluta seguridad que ya no hay ninguna base sólida para determinar el tiempo en que se escribió el Nuevo Testamento en fecha posterior al 80 DC”.
Dicho de otro modo, obras esenciales de la Historia nos han llegado en número de manuscritos muy inferior a los Evangelios y en textos separados por un número de siglos que se acerca al milenio, pero nadie duda de su veracidad. ¿Por qué aplicar un criterio diferente a los Evangelios que nos han llegado en un número mucho mayor y en manuscritos mucho más cercanos a la obra original? ¿Por qué la Biblia ha de ser la excepción a la regla? La Biblia -y en modo especial el Nuevo Testamento- supera con sobresaliente la prueba histórica legal ya que tanto los testimonios escritos así como la exhibición de objetos que los prueban (a través de la arqueología por ejemplo) no hacen sino reforzar la idea de que esta obra no es únicamente la Palabra de Dios sino también la fuente historiográfica más importante de toda la Antigüedad. ¿Cómo aceptar como veraz un texto separado del acontecimiento descrito por más de mil años y luego desconfiar de uno separado del hecho por apenas cincuenta años? No existe ninguna razón de peso para ello salvo el prejuicio, que dicho sea de paso constituye un criterio muy poco científico.
Anteriormente, se demostró que Mateo, Marcos, y Lucas fueron escritos antes del año 70 d.C. Básicamente, el libro de los Hechos fue escrito por Lucas; pero en Hechos, Lucas no menciona la destrucción de Jerusalén sucedida el año 70 d.C., ni tampoco menciona las muertes de Santiago (62 d.C.), Pablo (64 d.C.), y Pedro (65 d.C.). Debido a que Hechos es un documento histórico que trata acerca de la iglesia, esperaríamos ver, naturalmente, importantes eventos registrados si Hechos hubiera sido escrito después de los eventos antes mencionados. Hechos 1:1-2 menciona que éste, es el segundo escrito de Lucas; por lo tanto, el evangelio de Lucas fue escrito aún antes que el libro de Hechos. Jesús también profetizó la destrucción del templo en los evangelios: “Y a unos que hablaban de que el templo estaba adornado de hermosas piedras y ofrendas votivas, dijo: 6 En cuanto a estas cosas que veis, días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra, que no sea destruida.” (Lucas 21:5-6 ver también Mateo 24:1; Marcos 13:1). Sin duda, si Mateo, Marcos y Lucas hubieran sido escritos después de la destrucción del Templo, estos, la habrían incluido, pero debido a que no fue descrita en ninguno, es un fuerte indicio que fueron escritos antes del año 70 d.C.
Se supone que el evangelio de Juan fue escrito por el apóstol Juan, desde la perspectiva de un testigo de primera mano de los eventos de la vida de Cristo. El fragmento 52 del papiro de John Rylands del evangelio de Juan, fechado entre los años 117 al 138 d. C., contiene partes de Juan 18:31-33, 37-38. Este fragmento fue encontrado en Egipto y fue necesario que pasara mucho tiempo para la circulación del evangelio antes de que llegara a Egipto. Éste, es el último de los evangelios y parece haber sido escrito en los años 80 a 90 D.C.
Una anotación importante con relación a este evangelio, es la falta de mención de la destrucción del templo judío en el año 70 d.C. Pero esto es entendible ya que Juan no menciona la profecía de Jesús de la destrucción del templo debido a que no se estaba enfocando en los eventos históricos. En vez de esto, él se enfocó en el aspecto teológico de la persona de Cristo y enumeró Sus milagros y palabras que afirmaban la Deidad de Cristo. Esto tiene sentido debido a que previamente conocía los escritos de los evangelios.
Aún más, 1ª, 2ª y 3ª de Pedro también contienen el mismo estilo de escritura así como el evangelio de Juan y el libro de Apocalipsis el cual se supone que fue escrito al final de los 80 o principios del 90 de la Era Cristiana.
Los escritos de Pablo: Romanos, 1ª & 2ª Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1ª & 2ª Tesalonicenses, 1ª & 2ª Timoteo, Tito, Filemón
El apóstol Pablo fue convertido al cristianismo y Hechos 9, habla de su conversión. Como vimos, Hechos fue escrito antes del año 70 d.C. y Pablo escribió las Epístolas Paulinas antes de su muerte en el 64 d.C. Aún más, en 1ª Corintios 15:3-4 hay un credo temprano de la iglesia cristiana donde Pablo menciona que Jesús había muerto y resucitado. “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” (1 Co 15:3-4). Note que en el versículo 3 Pablo dice que él recibió esta información muy probablemente de los apóstoles debido a que había interactuado con ellos (Ver, Gálatas 1-2). Esto significa que Pablo recibió la versión del evangelio a través de un testigo. Los apóstoles y Pablo fueron contemporáneos y murieron antes de que se acabara el siglo 1º. Por lo tanto, los escritos de ellos fueron terminados dentro del tiempo de vida de los apóstoles de Jesús.
Hebreos
No se sabe con seguridad quién escribió el libro de Hebreos. La autoría de éste se le ha atribuido a Pablo, Bernabé (Hch 4:36), Apolos (Hch 18:24), etc. La única área geográfica mencionada es Italia (He 13:24). La fecha más tardía posible para la escritura de Hebreos es el año 95 d.C., pero la época más temprana en la que pudo haber sido escrito es el año 67 d.C. Hebreos habla del sacrificio del Sumo Sacerdote en el presente (He 5:1-3; 7:27); esto significa posiblemente a que la destrucción del templo de Jerusalén en el 70 d.C. no había sucedido todavía.
Santiago
Esta epístola afirma haber sido escrita por Santiago: “Santiago, siervo establecido de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están dispersas en el extranjero: saludo,” (Stg 1:1). La pregunta es: “¿Cuál Santiago?” ¿Es este Santiago (Nota del Traductor: En algunas versiones en castellano, Santiago se traduce como Jacobo), el hijo de Zebedeo (Mt 10:2-3); Santiago, el hijo de Alfeo (Mt 10:2-3), o el Santiago más común y aceptado que fue el hermano de Jesús? “¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama María Su madre, y Sus hermanos, Santiago (Jacobo) y José y Simón y Judas? 56 Y sus hermanas, ¿no están todas con nosotros?” (Mt 13:55-56). Note que el contexto de los versículos sugiere la familia cercana desde que éste menciona a la madre de Jesús, hermanos y hermanas. Es probable que Santiago no creyera en Jesús como el Mesías, hasta que se le apareció después de Su resurrección, como se menciona en 1ª Corintios 15:7: “entonces se le apareció a Santiago (Jacobo), después a todos los apóstoles.” Santiago fue martirizado por orden del sumo sacerdote Ananus después de la muerte del “procurador Festus en el año 61 d.C. (Josefo, Antigüedades 20.9).” Por lo tanto la epístola de Santiago fue escrita antes del 61 d.C. [11]
1ª y 2ª Pedro
Ambas epístolas establecen claramente que fueron escritas por Pedro, un testigo de la vida de Jesús y las apariciones posteriores a Su resurrección. Aun cuando algunos han dudado de la autoría de estas dos epístolas, las declaraciones claras y abiertas de cada una nos dicen que Pedro fue el autor: “Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto…” (1 P 1:1) y “Simón Pedro, siervo establecido y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra:” (2 P 1:1). Parece muy lógico que Pedro sea por lo tanto el autor de las cartas que llevan su nombre. Pedro murió en Roma durante la persecución de los cristianos por parte de Nerón alrededor del 64 d.C. Por lo tanto, las epístolas fueron escritas antes de ese tiempo.
1ª, 2ª, 3ª Juan
El escritor de 1ª Juan no se identifica a sí mismo en la carta. El escritor de 2ª y 3ª Juan se refiere a sí mismo como el “anciano” (2 Jn 1; 3 Jn 1). Con relación a la primera epístola, la autoría se puede determinar razonablemente como de Juan, el apóstol. El inicio de Juan está escrito desde la perspectiva de alguien que estuvo con Jesús (Jn 1:1-4).
- “Eusebio (Historia Eclesiástica, 3.39) dice de Papías, un oidor de Juan, y amigo de Policarpa que ‘Él uso testimonios de la Primera Epístola de Juan’. Ireneo, de acuerdo a Eusebio (Historia Eclesiástica, 5.8), con frecuencia citaba esta Epístola. Así que en su trabajo Contra las Herejías (3.15; 5.8) él cita a Juan utilizando su nombre, 1ª Juan 2:18…Clemente de Alejandría (Miscelánea, 2.66. página 464) se refiere a 1ª Juan 5:16 así como en la Epístola más larga de Juan.’”[12]
- “En las listas canónicas más tempranas, las cuales datan de finales del segundo siglo, 1ª Juan ya aparece. Es más, la epístola de 1ª Juan es citada como fidedigna por el Obispo Policarpo de Esmirna (un discípulo de Juan el apóstol) antes de la mitad del siglo 2º. El testimonio de 2ª Juan es casi tan bueno. No existe ninguna referencia a 3ª Juan en el siglo 2º pero no es de extrañar, ya que ésta trata con un tema específico, local.” [13]
Aún más, el estilo de las tres epístolas es muy similar al del evangelio de Juan. 1ª Juan menciona la “palabra de vida” (1 Jn 1:1) como lo hace el evangelio de Juan 1:1, etc. Parece que las epístolas fueron escritas después del evangelio ya que éstas parecen asumir un conocimiento de los hechos del evangelio. Las fechas de estos escritos varían desde el 60 d.C. a los inicios de los 90. [14]
Judas
Judas se identifica a sí mismo como el hermano de Santiago (Jud 1). Es probable que Judas, en verdadera humildad cristiana, no quiera igualarse a sí mismo como el hermano de Jesús como se sustenta tradicionalmente y por la misma Escritura: “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros?” (Mt 13:55-56).6 En lugar de esto, se menciona a sí mismo como siervo de Jesús, de la misma forma como lo hace Santiago. La fecha del escrito parece estar entre los años 68 d.C. a inicios de los 90 d.C. Recuerde que si Judas era hermano de Jesús nació después de Él, lo que significaría lo tardío de la fecha del escrito: El de Judas fue posterior al de Santiago. No se menciona la destrucción de Jerusalén la cual podría haber estado incluida en el escrito considerando que Judas menciona los juicios de Dios tanto sobre los creyentes como los no creyentes (Jud 5-12). Sin embargo, parece ser que Judas pudo haber citado a Santiago.
- Judas 17-18: “Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; 18 los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos.”
Compárelo con,
- 2ª Pedro 3:3: “sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,”
Si esta es una cita, colocaría la epístola después del escrito de 2ª Pedro.[15]
Apocalipsis
Juan, es el autor del libro de Apocalipsis:
- Apocalipsis 1:1: “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,”
“El Mártir Justino (Diálogo con Trypho, página 308) (139-161 D.C.) cita al libro de Apocalipsis, como el trabajo de Juan el apóstol.”[16]
Apocalipsis fue escrito probablemente al final de la vida del apóstol Juan. Algunos sostienen que fue en los años 90 d. C. y que éste, fue el último libro escrito del Nuevo testamento.
¿Por qué no estaba escrito el Nuevo Testamento inmediatamente después de la época de Jesús?
¿Por qué los escritores del Nuevo Testamento esperaron tanto tiempo antes de escribir acerca de los acontecimientos de Jesús? ¿Por qué ellos no escribieron de los eventos en la medida en que estos sucedían? Por ejemplo, si los evangelios fueron escritos antes del año 50 d. C. ¿no significa esto que pasaron casi 20 años entre los acontecimientos reales y su registro? ¿No significa también que la veracidad no puede ser creíble ya que entre los acontecimientos y sus registros pasaron muchos años?
Nosotros no somos capaces de entrar, ni en la mente de Dios ni en la de los escritores del Nuevo Testamento, y decirle por qué pasó tanto tiempo o por qué Dios esperó para que esos acontecimientos se registraran.
Primero: Es una suposición decir que ellos no escribieron, sino después de muchos años. Sin duda, es posible que los acontecimientos fueron registrados, usados para escribir la base de los evangelios, y después, que el producto terminado fuera difundido a través de la iglesia cristiana. Este, no es un argumento muy fuerte. Es simplemente ofrecido como una posibilidad debido a que parece haber evidencia de un documento común que existía antes de Mateo, Marcos, Lucas y Juan; y uno , o más de ellos, pudo haber tomado de este cuando escribieron los evangelios. El documento es conocido como “Q”. Y la letra, significa, “quelle” o “fuente”.
Segundo: No necesariamente las personas escriben al momento en que suceden las cosas. Primero, lo experimentan, y después, sabrán si fue o no significativo como para escribirlo. Posteriormente, y con frecuencia, se pasa a la colaboración con otros testigos para que relaten lo sucedido, para que de esta forma, se registre un informe veraz.
Tercero: No todos sabían leer y escribir. Estamos tan acostumbrados a la idea de que somos capaces de leer y escribir, que asumimos que todas las personas del tiempo del Nuevo Testamento hacían lo mismo. Pero el hecho, es que la gran mayoría de personas en esa época, no leían ni escribían. Muchas personas podrían contratar escribas para que les escribieran sus documentos, los cuales eran considerados como el escrito original de la persona. Por lo tanto, muchos de esos escritos no ocurrirían sino hasta después.
Cuarto: Solo porque alguien escriba 10, 20 o más años después de un acontecimiento, no significa que este no sea confiable. El pueblo judío de ese tiempo eran narradores, pero no en el sentido de inventarlo. La verdad era lo importante para ellos. Después de todo, el Antiguo Testamento incluyó declaraciones como, “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16), y “…y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro” (Levítico 19:11). Por lo tanto, cuando se escribía acerca de algo –aun después de varias décadas– la verdad era lo que importaba, y los judíos practicaban el decir la verdad a través de las historias y la memorización. Aún más, los registros podían ser verificados por otros que habían sido testigos de esos acontecimientos.
Quinto: Aunque no todos los testigos estaban vivos, una mayoría sí lo estaba. No llevaría mucho tiempo a los escritores tener acceso a las personas en el área para verificar las historias. Después de todo, las personas trabajaban donde vivían, y la mayoría de las personas no se aventuraban a alejarse más de 40 o 50 kilómetros de sus hogares.
Sexto: Dios fue capaz de inspirar a los escritores del Nuevo Testamento, para que fueran capaces de recordar los acontecimientos de forma apropiada. Además, Dios podría colocar a varias personas en el camino de los escritores para obtener de ellas, información que pudo haber sido verificada y registrada.
¿Podemos creer en el Nuevo Testamento como un documento histórico?
Muchas personas no creen que la Biblia sea un documento fidedigno histórico. Pero el hecho es que la Biblia sí es un documento histórico bastante fidedigno. Si miráramos un cuadro comparativo de los documentos bíblicos con otros documentos antiguos, veríamos que la Biblia representa en sí misma, una clase de documento único en cuanto al número de copias antiguas, su veracidad y fiabilidad. Por favor, considere el siguiente cuadro. [17]
Es claramente indiscutible, que los documentos bíblicos, especialmente los del Nuevo Testamento son superiores en cuanto a cantidad, además, el lapso de tiempo entre los acontecimientos que narran sus escritos es más corto que el de los otros documentos, proveyendo así, una mayor y mejor fiabilidad textual.
La Biblia es un libro de historia
Se podría decir que la Biblia es un libro de historia. La Biblia describe lugares, personas y eventos en forma detallada. Es, esencialmente un registro histórico del pueblo de Dios a través de miles de años. Si Ud. abre cualquiera de las páginas de la Biblia se encontrará con el nombre de un lugar o persona. Muchos de sus sitios descritos pueden ser legitimados por la arqueología. Aun cuando esta no puede probar que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios, la arqueología tiene la capacidad de probar o no si algunos eventos y sitios descritos en esta, son verdaderos o falsos. Sin embargo, no existe un solo descubrimiento arqueológico que de alguna manera, desmienta a la Biblia.
Sin embargo, muchos pensaban que la Biblia tenía numerosos errores históricos tales como el registro de Lucas acerca de Lisanias, tetrarca de Abilinia alrededor del año 27 D.C. (Lucas 3:1: “En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia”). Por años los eruditos usaron este “error de hecho” para probar que Lucas estaba equivocado ya que el conocimiento común era que Lisanias no era un tetrarca sino el gobernante de Chalcis o Calcida (ciudad griega) más de 50 años antes que lo descrito por Lucas. Pero una inscripción arqueológica encontrada dice que Lisanias era el tetrarca en Abila una de las ciudades de la Decápolis, cerca de Damasco en la época que Lucas escribe. Resulta que sí hubo dos personas llamadas Lisanias y Lucas habría registrado con bastante precisión los hechos.
También, los destruidos muros de Jericó han sido encontrados tal y como están descritos en la Biblia. Muchos críticos dudaron de que Nazaret alguna vez hubiera existido, pero los arqueólogos han encontrado una inscripción de una sinagoga del primer siglo en Cesarea confirmando su existencia. Los descubrimientos han confirmado la existencia de Herodes el Grande y de su hijo Herodes Antipas. Los restos de la casa del apóstol Pedro se encontraron en Capernaúm. Huesos con cicatrices en pies y muñecas realizadas por clavos han sido también revelados demostrando así la realidad de la crucifixión. Los huesos del Sumo Sacerdote Caifás fueron descubiertos en un osario (una caja usada para guardar huesos).
Por cierto, existen una gran cantidad de excavaciones arqueológicas que corroboran los registros bíblicos tales como Betsaida, Betania, Cesarea de Filipos, Capernaúm, Chipre, Galacia, Filipo, Tesalónica, Berea, Atenas, Corinto, Éfeso, Roma, etc.
Si desea más información, tenemos un argumento para esto y es el argumento arqueológico e histórico.
- “Fue encontrada una piedra grabada la cual hace referencia a Poncio Pilato, nombrado Prefecto de Judea.”[18]
- Lucas 3:1: “En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato,…”
- “Un decreto de Claudio fue encontrado en Delphi (Grecia) describiendo a Galión como procónsul de Acaya en el año 51 d.C., demostrando así una correlación con el ministerio de Pablo en Corinto (Hechos 18:12).”[19]
- Hechos 18:12: “Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo y lo trajeron delante del tribunal.”
- Las excavaciones han revelado un texto nombrando al benefactor Erastus el cual podría ser una referencia relacionada al tesorero de la ciudad de acuerdo a Romanos 16:23. [20]
- Romanos 16:23: “Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.”
- En Éfeso, partes del templo de Artemisa han sido revelados como se menciona en Hechos 19:28-41. [21] “Es sabido que Cirenio fue hecho gobernador de Siria por Augusto en el año 6 d.C. El arqueólogo Sir William Ramsay descubrió varias inscripciones que indican que Cirenio fue, efectivamente, gobernador de Siria en dos ocasiones. La primera vez fue muchos años antes de esta fecha…la arqueología ha suministrado algunas respuestas inesperadas y de gran apoyo. Adicionalmente, mientras se suministraban los antecedentes detrás de estos eventos, la arqueología también nos asiste en establecer muchos otros hechos. (1) Un censo que servía para la recolección de impuestos era un procedimiento bastante común en el imperio romano y éste, ocurrió particularmente en Judea. (2) Era un requisito que las personas regresaran a sus ciudades natales para poder así cumplir con los requisitos del proceso. (3) Estos procedimientos eran aparentemente utilizados durante el reinado de Augusto (37 a.C.-14 d.C.), ubicándolos dentro del marco de tiempo general del nacimiento de Jesús.”[22]
- Hechos 19:28: “Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ‘¡Grande es Diana de los efesios!’”
- "La honradez histórica de Lucas ha sido certificada por un sinnúmero de inscripciones. Las 'autoridades' (politárjes) de Tesalónica (Hechos 17:6, 8) eran magistrados, los cuales son mencionados en cinco inscripciones de la ciudad en el 1º siglo d. C. Algunas inscripciones cerca de Listra registran, por parte de algunos de los ciudadanos licaoniences, la dedicación a Zeus por medio de una estatua a Hermes; y cera, había también un altar de piedra dedicado al 'Escuchador de Rezos' (Zeus) y Hermes. Esto explica la identificación equivocada que la gente local tuvo de Bernabé y Pablo como si fueran Zeus (Júpiter) y Hermes (Mercurio) respectivamente (Hechos 14:11: "Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros"). Derbe, el siguiente lugar de parada de Pablo, fue identificado en 1956 por Ballance con Kaerti Hüyük cerca de Karaman (AS 7, 1957, pp. 147ff.). La referencia más reciente de Lucas a *Cirenio como gobernador de Siria antes de la muerte de Herodes I (Lucas 2:2) y a *Lisanias como tetrarca de Abilinia (Lucas 3:1) han recibido igualmente soporte debido a las inscripciones".[23]
Existen muchas más cosas arqueológicas verificables de los eventos y lugares bíblicos. Podemos entonces preguntarnos: ¿Es la Biblia digna de confianza? ¡Totalmente! Recuerde que ningún descubrimiento arqueológico ha contradicho la Biblia. Por lo tanto, ya que ha sido verificada una y otra vez a través de los siglos podemos continuar creyendo en esta como un documento histórico veraz.
Referencias:
1. McDowell, Josh, "Una Defensa Lista" ("A Ready Defense") Thomas Nelson Publishers; Nashville, Tennesse., 1993, pág. 80.
2. Walvoord, John F., y Zuck, Roy B., "Comentario del Conocimiento de la Biblia" ("The Bible Knowledge Commentary"), Wheaton, Illinois: Scripture Press Publications, Inc. 1983, 1985.
3. Mays, James Luther, Ph.D., Editor, "Comentario Bíblico Harper" ("Harper’s Bible Commentary"), Nueva York: Harper y Row, Publishers, Inc. 1988.
4. Robertson, A.T., "Una Armonía de los Evangelios" ("A Harmony of the Gospels"), Harper & Row; Nueva York 1950. páginas 255-256.
5. Douglas, J. D., Comfort, Philip W. & Mitchell, Donald, Editors, "Quién es Quien en la Historia Cristiana" ("Who’s Who in Christian History"), Wheaton, Illinois: Tyndale House Publishers, Inc.; 1992.
6. Achtemeier, Paul J., Th.D., "Comentario Bíblico Harper" ("Harper’s Bible Dictionary"), San Francisco: Harper y Row, Publishers, Inc. 1985.
7. Douglas, Comfort, and Mitchell, 1992.
8. McDowell, Josh, "Una Defensa Lista" ("A Ready Defense"), Thomas Nelson Publishers; Nashville, Tennesse, 1993, pág. 80.
9. Robertson, A.T., "Una Armonía de los Evangelios" ("A Harmony of the Gospels"), Harper & Row; Nueva York, 1950. páginas 255-256.
10. De hecho, la gran mayoría de los eruditos escépticos del Nuevo Testamento, apoyan el hecho de que los cuatro evangelios fueron escritos en el siglo 1º.
11. "El Nuevo Diccionario de la Biblia" ["The New Bible Dictionary"] (Wheaton, Illinois: Tyndale House Publishers, Inc.) 1962.
12. Jamieson, Robert; Fausset, A.R.; y Brown, David, "Comentario Crítico y Explicativo sobre toda la Biblia" ["Commentary Critical and Explanatory on the Whole Bible"], (Oak Harbor, WA: Logos Research Systems, Inc.), 1998.
13. Achtemeier, Paul J., “Diccionario Harper de la Biblia” (“Harper’s Bible Dictionary”), San Francisco: Harper y Row, Publishers, 1985.
14. Walvoord, John F., y Zuck, Roy B., "El Comentario del Conocimiento de la Biblia" ["The Bible Knowledge Commentary"](Wheaton, Illinois: Scripture Press Publications, Inc.) 1983, 1985.
15. Este no es el Judas Iscariote que traicionó a Jesús – “…Judas (no el Iscariote) le dijo a Él: “Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros y no al mundo?” (Jn 14:22). También, Clemente de Alejandría ("Adumbrations, en La Epístola de Judas", página 1007), dice: “Judas, por temor reverencial, no se llamó a sí mismo hermano de Jesús, sino siervo de Jesucristo, y hermano de Santiago.” Jamieson, Robert; "Comentario Crítico y Explicativo sobre toda la Biblia" ("Commentary Critical and Explanatory on the Whole Bible").
16. Jamieson, Fausset, y Brown, 1998.
17. Este cuadro fue adaptado de tres fuentes: 1) "Apologética Cristiana" ("Christian Apologetics"), de Norman Geisler, 1976, pág. 307; 2) El artículo “La Arqueología y la Historia Avalan la Fiabilidad de la Biblia” ["Archaeology and History attest to the Reliability of the Bible"] por Richard M. Fales, Ph.D., en "La Evidencia Bíblica", ["The Evidence Bible"], Recopilado por Ray Comfort, Bridge-Logos Publishers, Gainesville, Florida, 2001, pág. 163; y 3) "Una Defensa Lista", ["A Ready Defense"] por Josh Mcdowell, 1993, pág. 45.
18. Íbid.
19. "El Nuevo Diccionario de la Biblia", ("The New Bible Dictionary"), Wheaton, Illinois: Tyndale House Publishers, Inc.; 1962.
20. "El Nuevo Diccionario de la Biblia" ("The New Bible Dictionary").
21. Ibíd.
22. Ibíd.
23. Habermas, Gary R., "El Jesús Histórico: Evidencia Antigua en la Vida de Cristo" ("The Historical Jesus: Ancient Evidence for the Life of Christ"), (Joplin, MO: College Press Publishing Company) 1996.
24. "El Nuevo Diccionario de la Biblia" ("The New Bible Dictionary”).
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