Según la investigación más refinada hasta la fecha, no aparece ninguna exótica materia oscura. Las consecuencias para la cosmología son de gran calado.
Se han dedicado mucho tiempo, dinero y esfuerzo a buscar algo que no existe. Los cosmólogos necesitan la materia oscura fría para hacer funcionar sus teorías del Big Bang. Necesitan algo que no brille, que no interaccione con la materia normal, pero que tenga gravedad. Y lo necesitan en grandes cantidades: según la teoría actual, supera a la materia normal por un factor de diez a uno. Los astrofísicos han ponderado qué podría ser: cantidades exóticas como «partículas masivas con interacción débil» (WIMPS por sus siglas en inglés), axiones, y otros nombres inventados para el «Desconocido y Misterioso Material».
Y ahora, el detector de mayor sensibilidad ha dado un resultado negativo. Space.com comunica: «La Materia Oscura sigue siendo un misterio: El sondeo más sensible jamás realizado vuelve con las manos vacías».
El detector de materia oscura LUX, increíblemente sensible, sepultado bajo una milla de roca, muestralas manos vacías tras su búsqueda de 20 meses en pos de materia oscura —lo que restringe más las posibles características de esta extraña sustancia.
Los investigadores presentaron los resultados hoy (21 de julio) en la Undécima Conferencia de Identificación de la Materia Oscura (IDM2016) en Sheffield, Reino Unido, que reúne a investigadores que intentan comprender la materia oscura, el misterioso material que parece constituir más de cuatro quintas partes de la masa del universo, pero que los científicos no han observado de manera directa.
La naturaleza no parece dispuesta a cooperar con la teoría actual. El resultado nulo aparece incluso después de que unos esfuerzos concertados «empujaron la sensibilidad del instrumento hasta un nivel de prestaciones cuatro veces superior a las metas originales del proyecto». Si las WIMPs existieran, los científicos debieran haber observado un destello en los detectores que seguían 1/3 de tonelada de xenón líquido rodeado de unos 270.000 litros de agua purificada en las profundidades de una mina de oro en Dakota del Sur.
«Habría sido maravilloso si la sensibilidad mejorada hubiera también proporcionado una clara señal de materia oscura», dice Gaitskell. «Pero lo que hemos observado es congruente con el fondo en solitario».
Otro portavoz fustigaba la grosería de la naturaleza, por estar tan mal dispuesta a cooperar:
«Aunque una señal positiva habría sido muy bien acogida, ¡la naturaleza no se mostró tan amable!», dice Cham Ghag, físico en University College de Londres, y colaborador de LUX, en otra declaración. «Sin embargo, un resultado nulo es significativo en cuanto que cambia la situación en el campo de estudios, al limitar los modelos acerca de lo que podría ser la materia oscura, más allá de nada de lo que ha existido hasta ahora.»
Pero, ¿acaso una no detección de fantasmas «limita los modelos» acerca de lo que podrían ser? Quizá sea el momento para un cambio radical en las teorías que exigen la existencia de algo que no existe. Pero no: la búsqueda persistirá «Adelante», dice Space.com. Una nueva generación del detector LUX puede llegar a alcanzar una sensibilidad 70 veces superior a la del actual LUX.
Energía oscura: El otro principal «material misterioso y desconocido» del universo es la energía oscura. Science Dailycomunica que la Royal Society está acelerando la búsqueda de la misma, pero los ensayos existentes producen resultados contradictorios. Los filósofos de la ciencia toman nota: «Siendo que constituyen el 95% de nuestro universo, esas sustancias tienen profundos efectos sobre el nacimiento y las vidas de las galaxias y de las estrellas; sin embargo, no se sabe casi nada sobre su naturaleza física».
Ráfagas de Radio: ¿Cuál es «el más desconcertante misterio en astronomía»? La respuesta, según la revistaNature, es cuál sea la fuente de unas ultra potentes ráfagas de radio. No fueron predichas por ningún teórico, pero pueden ser cosa común. Una de esas ráfagas puede emitir la energía de 500 millones de soles en solamente 5 milisegundos, lo que sugiere que proceden de objetos muy compactos. Hasta ahora se han observado unos 20 de los mismos.
Sea lo que sean esos objetos, observaciones recientes sugieren que son comunes, con uno de ellos destellando en el cielo con una frecuencia de 10 segundos. Sin embargo, siguen resistiéndose a los intentos de explicación. Hay teóricos que han propuesto fuentes como agujeros negros en evaporación, estrellas de neutrones en colisión, y enormes erupciones magnéticas. Pero incluso el mejor de los modelos fracasa en su intento de explicar todas las observaciones, dice Edo Berger, astrónomo en la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, que describe la situación como «un masivo remolino de confusión».
La potencia de esos objetos ha de ser pasmosa si proceden de distancias cosmológicas. Los astrónomos abrigan la esperanza de que algún día puedan usarse como sondas de materia oscura y de energía oscura.
Hay mucho que aprender todavía sobre astronomía. Generalmente, los científicos no pueden apelar indefinidamente a una supuesta realidad que resulta inobservable. Los ejemplos históricos del flogisto y del calórico demuestran cómo unos paradigmas erróneos pueden prevalecer entre los mayores expertos durante décadas o incluso siglos. Pero, más tarde o más temprano, los científicos deben considerar la posibilidad de que han estado lanzados a la caza del gamusino, y que tienen que buscar la realidad en otro lugar.
«Los cielos cuentan la gloria de Dios, y la expansión denuncia la obra de sus manos.» (Salmos 19:1)«[Dios] prende a los sabios en la astucia de ellos.» (Job 5:13)
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