por Ann Gauger
Hace pocos días
publicamos un artículo
en la revista BIO-Complexity
donde demostrábamos que las enzimas no pueden evolucionar funciones
genuinamente novedosas por medios no guiados. Argumentamos allí que el diseño
de parte de un agente inteligente muy sofisticado es la mejor explicación para
su origen. Quiero dedicar un cierto tiempo a establecer nuestro argumento en
contra de una evolución darwinista y en favor de un diseño inteligente. Es
importante, porque desvela la falacia lógica en muchos de los planteamientos
evolucionistas.
Para dar un ejemplo de cómo
razonan los críticos del Diseño Inteligente, cito un pasaje de una de las
referencias en nuestro artículo (Kherhonsky et
al. (2006) Enzyme promiscuity: Evolutionary and mechanistic aspects [Promiscuidad
enzimática: Aspectos evolutivos y mecanísticos]. Current Opinion in Chemical
Biology 10:498-508):
Un aspecto esencial de los procesos darwinistas que a menudo se olvida es
que ocurren gradualmente a la vez que mantienen la aptitud del organismo a todo
lo largo del proceso. Por consiguiente, una suposición razonable es que, desde
la emergencia de las formas vivas primordiales, ha evolucionado muy poca
novedad al nivel molecular. Más bien, los genes existentes fueron modificados,
o adaptados, para generar nuevas estructuras y funciones proteínicas que están
relacionadas con las de sus antecesoras. A diferencia de los escenarios «repentinos»
propuestos por la escuela del «diseño inteligente», los escenarios «adaptativos»
dependen de la disponibilidad de puntos de partida evolutivos. La hipótesis de
que la amplia especificidad, o funciones promiscuas, de las enzimas existentes
proporcionan estos puntos de partida fue primero formalizada por Jensen en una
reseña que ha servido de inspiración para muchos. Jensen propuso que, en
contraste con las enzimas modernas, las enzimas primitivas poseían especificidades
muy amplias. Esta versatilidad catalítica posibilitó que menos enzimas realizaran
la multitud de funciones necesarias para mantener organismos ancestrales. La
duplicación de genes y su divergencia llevó a genes especializados y a una
mejorada eficiencia metabólica. Desde Jensen, las estructuras de >30.000
proteínas, y las secuencias de centenares
de miles, nos han enseñado que estos procesos llevaron a la creación de
familias y superfamilias de enzimas. Los vestigios de estos procesos de
divergencia son el andamiaje y la arquitectura de los sitios activos que
comparten todos los miembros de la familia [6].
Resumiendo, los puntos
clave de dicho argumento evolucionista son:
- La evolución es cierta. Esto es, las enzimas han evolucionado hasta poseer nuevas funciones por un proceso de mutaciones aleatorias y de selección natural.
- Las enzimas modernas no pueden evolucionar funciones genuinamente novedosas por mutaciones aleatorias y selección natural, sino que sólo pueden juguetear con funciones ya existentes.
- Por tanto, las enzimas antiguas tuvieron que ser diferentes, capaces de realizar una amplia gama de actividades enzimáticas.
- Dichas enzimas experimentaron duplicación y divergieron entre sí, deviniendo en especializadas.
- ¿Cómo sabemos que esto sucedió así? Porque ahora observamos una amplia diversidad de enzimas especializadas. La explicación es la evolución.
En contraste, nuestro
argumento es como sigue:
- ¿Es cierta la evolución? Caso de ejemplo: ¿Evolucionan las enzimas mediante un proceso de selección natural y de mutaciones al azar?
- Las enzimas modernas son las únicas que podemos someter a ensayo.
- Nadie sabe si las enzimas antiguas eran diferentes. Están perdidas en el remoto pasado, de modo que las declaraciones acerca de su promiscuidad o capacidad de evolucionar son hipotéticas y no susceptibles de falsación.
- Las enzimas modernas no pueden evolucionar nuevas funciones, basándonos en nuestros propios experimentos.
- No hemos sometido a ensayo el universo de las enzimas modernas, de modo que nuestro resultado está delimitado, pero las nueve enzimas más similares no cambiaron de función.
- Nuestra estimación del tiempo probable de espera para que una enzima evolucione una nueva función es de al menos 1015 años.
- Por ello, la evolución de las enzimas es probablemente imposible.
- Dada la sofisticación de las enzimas y la manera en que funcionan de manera conjunta, un diseño inteligente es la mejor explicación para el origen y la actualidad diversidad de las enzimas modernas.
Observemos que ambos
argumentos concuerdan en que las enzimas modernas no pueden evolucionar para
dar funciones genuinamente novedosas. La diferencia reside en las conclusiones.
El argumento evolucionista da por sentado aquello que luego alcanza como
conclusión — es la pescadilla que se muerde la cola, y que no llega a ninguna
parte.
En cambio, nuestro
argumento se apoya en el principio de la uniformidad que subyace a toda la
ciencia. Lo que es cierto de las enzimas modernas era cierto también de las
enzimas del pasado.
De Wikipedia:
El uniformismo es el supuesto de que las mismas leyes y procesos naturales
que operan en el universo en la actualidad siempre han operado en el universo
en el pasado y que son de aplicación en todas las partes del universo. Ha
incluido el concepto gradualista de que «el presente es la clave del pasado» y
que funciona a los mismos ritmos. El uniformismo ha sido un principio clave de
la geología y prácticamente de todos los campos de la ciencia.
El gradualismo ha sido
descartado de la geología y de la
paleontología, y no tiene que ver con nuestro argumento. Pero el aspecto acerca
de que los procesos siempre han operado de la misma manera sí que es aplicable
en el sentido de que el mecanismo evolutivo siempre ha funcionado de la misma
manera, con los mismos límites, y que las enzimas siempre han funcionado de la
misma manera, con actividades catalíticas específicas, no promiscuas.
Ahora bien, este es el
tema: todo quien quiera hacer un argumento especial para un origen no
uniformitario de las enzimas (o grupos de animales) ha creado una categoría
especial para proteger la idea de que la evolución es verdadera. Esta idea es
aparentemente intocable. Se aceptará cualquier hipótesis acerca del pasado
remoto si permite una explicación evolucionista para la diversidad actual y
evita problemas con datos difíciles. La consecuencia es que los artículos
acerca del origen de la vida, de la evolución de las proteínas y del origen de
las formas organísmicas de los animales, así como del origen del hombre, están
repletos de especulaciones disfrazadas de argumentos acreditativos, o incluso
enmascaradas como si fuesen realidades indiscutibles.
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