La Vía Láctea: un espectáculo irreducible
La doctrina de la Tierra rara, la conclusión de que la Tierra tiene muchas características únicas que le permiten sustentar vida y, específicamente, vida avanzada, está bien establecida dentro de la comunidad científica. Del mismo modo, el descubrimiento de unos 250 planetas extrasolares, combinado con misiones de naves espaciales que exploran el sistema solar exterior, está comenzando a establecer la doctrina del sistema solar raro. Ahora está surgiendo una nueva doctrina para complementar a las anteriores: la doctrina de la Galaxia de la Vía Láctea rara.
Hay muchas características de una galaxia que necesitan tener un ajuste fino para que la vida sea posible en ella. Varias aparecen y se describen en The Creator and the Cosmos, páginas 176-79 y 188-89. Y un equipo de astrónomos franceses acaba de agregar otra. Descubrieron que, entre las galaxias espirales (la vida sólo es posible en una galaxia espiral), la Galaxia de Andrómeda es típica, mientras que la Galaxia de la Vía Láctea (GVL) es excepcional.
La GVL es excepcional porque ha eludido todo evento de fusión importante con otras galaxias durante al menos los últimos diez mil millones de años. No ocurrió lo mismo con la Galaxia de Andrómeda. Según demostró recientemente un equipo liderado por el astrónomo sudafricano David Bock (un voluntario de Reasons To Believe), la gigantesca deformación en los brazos espirales de la Galaxia de Andrómeda fue causada por una galaxia no tan pequeña que pasó por su centro unos 210 millones de años atrás.
Los eventos de fusión importantes pueden perturbar la estructura de una galaxia espiral durante mil millones de años o más. La falta de esta clase de eventos a lo largo de la historia de un sistema planetario y durante los aproximados mil millones de años previos a la formación de ese sistema planetario es necesaria para el apoyo consiguiente de la vida avanzada en ese sistema. Sin embargo, para que la vida sea posible dentro de un sistema planetario su galaxia espiral no puede carecer por completo de eventos de fusión. El acrecimiento de galaxias enanas por una galaxia espiral es crítico para preservar la estructura espiral a largo plazo.
Para que la vida avanzada se vuelva una posibilidad dentro de una galaxia espiral, la galaxia debe absorber galaxias enanas que sean lo suficientemente grandes como para preservar la estructura espiral, pero no tan grandes como para perturbar o alterar significativamente la estructura espiral. Además, la velocidad con la cual absorbe galaxias enanas debe tener la frecuencia suficiente como para preservar la estructura espiral, pero no tan frecuente como para distorsionarla significativamente. Todas estas condiciones “precisas” se encuentran en la Galaxia de la Vía Láctea. Los astrónomos no conocen ninguna otra galaxia que manifieste todas las cualidades que exige la vida avanzada. La rareza de la GVL en su capacidad para sustentar vida avanzada encierra un argumento más a favor de un Ser sobrenatural y superinteligente que diseñó el universo por el bien de la vida, y de los seres humanos en particular.
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