Q&A: El Dios de los Agujeros
Pregunta:
Muchas gracias por su sitio Web. Como una declaración de apertura, pensé en compartir lo mucho que usted ha impactado mi vida y el “extraño” camino (las comillas están puestas a propósito) que me trajo a usted. Espero que usted, tarde o temprano, responda mi pregunta. Siéntase en libertad de compartir esta historia como parte de la pregunta, pero pienso que la pregunta es una que sostiene por sí sola.
Hace alrededor de un año, me consideraba ser un creyente, pero intelectualmente un agnóstico. Fui a una universidad de mayor prestigio en la década de los noventas, se me había enseñado que la ciencia y la religión tenían que mantenerse separadas y que los libros de la Biblia fueron escritos siglos después de los hechos por personas que no fueron testigos [de los hechos]. Yo “creía”, pero si se me hacía presión, admitía que mi creencia era probablemente un asunto de crianza y fue la Apuesta de Pascal que me mantuvo en el “campamento”.
Tuve una conversación con un amigo creyente y le mencioné que los documentos del Nuevo Testamento eran del tercer siglo. Él me corrigió y me dijo que yo debía leer el libro de Bauckham sobre el tema. Me dije a mí mismo “¿Qué tengo que perder?” Lo hice y lo encontré convincente.
Ahora bien, la cronología de lo que sigue es importante. Era Navidad y le pedí a mi mamá que simplemente me regalara algunos libros de la lista de deseos que tengo en mi cuenta de Amazon.com. Ella me envió los libros antes de la Navidad porque ella y mi papá iban a salir de viaje y me pidió que simplemente pusiera la caja en mi estante y la abriera cuando ellos regresaran para Año Nuevo.
Así que la caja permaneció cerrada en mi estante. Mientras tanto, le dije a mi amigo lo mucho que disfruté el libro de Bauckham. Me dijo que si yo *realmente* quería estudiar la historia, debía leer el libro “La Resurrección del Hijo de Dios” de N.T. Wright (Editorial Verbo Divino, 2008). Así que puse ese libro en mi lista de deseos de Amazon. Eso fue mientras la caja permanecía “sentada” en mi estante.
Para este tiempo, estoy seguro que usted puede ver hacia dónde va mi historia. Abrí la caja cuando mis padres llegaron y, entre varios libros de política e historia, allí estaba el libro de Wright. Mis padres no son académicos ni lectores ávidos de la literatura cristiana, de manera que no hubiesen sabido de regalármelo. Ni siquiera yo había escuchado de ese libro cuando llegó la caja a nuestra casa. Eso no se puede explicar, para nada, por los medios “normales”.
De todos modos, ¡hablar de las vendas cayéndose de mis ojos! El libro es increíble. El libro de Wright me llevó a leer el libro acerca del debate de él con Crosson, el cual me llevó a leer acerca del debate de usted con Crosson, el cual me llevó a otros debates y podcasts. Como un polemista ávido que fui en la escuela secundaria, me encanta ver sus debates y me impresionó la solidez de sus argumentos. Más al punto, me impresionó la completa inhabilidad que tenían sus oponentes en refutar sus argumentos.
Ya no soy agnóstico en ningún sentido de la palabra y amo la base racional que tiene mi fe. Hace unos días, estaba poniendo a mi hijo en su cama y me hizo una pregunta acerca de Dios. Donde anteriormente pude haber evadido la pregunta, respondí diciendo que, sí, eso era parte del plan de Dios porque él nos ama. Mientras hacía eso, me llené de un sentimiento caluroso y eufórico que nunca había sentido anteriormente. Me di cuenta de que, posiblemente por primera vez en mi vida, había sido llenado del Espíritu Santo. ¡Qué maravilloso! Muchísimas gracias por ayudarme a caminar en ese camino. Ha sido fascinante. ¡Plantinga es próximo en la lista de lectura!
Ahora voy a mi pregunta. ¿Cómo es que el argumento teleológico y, de igual manera, el argumento cosmológico no son un Dios de los huecos (o Dios de los vacíos como también se le llama)? Parece que realmente el argumento es: “no sabemos cómo el ajuste fino pudiera ocurrir sin Dios, por lo tanto, debe ser Dios”. O, “no sabemos cómo algo vino de la nada, por lo tanto debe ser Dios”. Admito que a medida que pienso más sobre esto, ¿Por qué no puede el ateo simplemente salirse con un “todavía”? Esto parece como un griego de la antigüedad diciendo “no sabemos cómo existe el relámpago, por lo tanto tiene que ser Zeus”. Entonces, la respuesta correcta era simplemente de apegarse o salirse con un “todavía” después [de todo] “no sabemos cómo existe el relámpago”. Estoy seguro que me falta algo, pero sí me encuentro esto problemático desde un punto de vista intelectual.
Sean.
Respuesta:
¡Gracias por compartir esta historia inspiradora de tu viaje a la fe, Sean! También yo encontré las obras de Richard Bauckham muy útil, en particular su libro “God Crucified” [Dios Crucificado], en Jesus and the God of Israel (publicado William B. Eerdmans en el 2008), el cual recomiendo a nuestros lectores. En cuanto a La Resurrección del Hijo de Dios de N.T. Wright (Editorial Verbo Divino, 2008), es la mejor exposición de esa tercer línea de la evidencia a favor de la resurrección de Jesús que yo incluyo juntamente con la tumba vacía y las apariciones post-mortem de Jesús, es decir, el origen de la creencia de los discípulos en la resurrección de Jesús. Sin ella, el movimiento cristiano no hubiese llegado a existir. Lo más sorprendente acerca del libro masivo de Wright, desde mi punto de vista, es de cuanto se deja sin decir. Él desarrolla por completo esa tercera línea de la evidencia pero dice muy poco sobre las otras dos líneas independientes de evidencia a favor de la resurrección de Jesús, de manera que un caso completo es, del todo, más convincente.
En cuanto a tu pregunta, primero debemos preguntar: ¿Qué es un argumento del Dios de los huecos? Es mejor que no haya sido algún argumento que infiera a la existencia de Dios como la mejor explicación de algún fenómeno, ya que eso simplemente sería eliminar (por adelantado) las explicaciones sobrenaturales que comenten una petición de principio a favor del naturalismo. Para ser objetable, un argumento que sea “Dios de los huecos” tiene que ser una inferencia a Dios sin principios y arbitraria: “No tenemos explicación científica de X; por lo tanto, ¡Dios lo hizo!” Tu ilustración de un griego de la antigüedad diciendo, “no sabemos cómo existe el relámpago, por lo tanto debe ser Zeus” es una buena ilustración de un pensamiento de tipo “Dios de los huecos”.
Es un poco fácil, entonces, de ver que el argumento cosmológico kalam no es un argumento del tipo Dios de los huecos, ya que la evidencia científica no está dirigida para probar la proposición “Dios existe”, sino para apoyar la segunda premisa que dice que “el universo comenzó a existir”. Recuerda lo que dije en mi discurso de apertura:
Esto no es hacer algún tipo de afirmación extraña de que la cosmología contemporánea prueba la existencia de Dios. Aquí no hay un razonamiento del tipo Dios de los huecos. Más bien, estoy diciendo que la cosmología contemporánea proporciona evidencia significativa en apoyo a las premisas en los argumentos filosóficos a favor de conclusiones que tienen significado teológico.
Por ejemplo, la premisa clave en el antiguo argumento cosmológico kalam de que
2. El universo comenzó a existir.
es una declaración religiosamente neutral que se puede encontrar virtualmente en cualquier libro de texto de astronomía y astrofísica. Es obviamente susceptible para la confirmación o la no confirmación científica sobre la base de la evidencia. Por lo tanto, para repetir: uno no está empleando la evidencia de la cosmología contemporánea para probar la proposición que Dios existe sino para apoyar las premisas teológicamente neutrales en los argumentos filosóficos a favor de conclusiones que tengan un significado teísta.
Como el argumento es apelante a la evidencia científica para probar, no la existencia de Dios, sino el comienzo del universo, no puede ser acusado de tener un razonamiento del tipo Dios de los huecos. Considero este punto como algo decisivo.
Con respecto a la primera premisa del argumento, estoy seguro que puedes ver que yo, de ninguna manera, argumento, “No sabemos cómo algo vino de la nada, por lo tanto debe ser Dios”. Más bien, presento argumentos metafísicos y confirmaciones científicas para la proposición de que si algo (por ejemplo, el universo) llega a la existencia, debe haber una causa que haya traído esa cosa a la existencia. Dios ni siquiera entra al cuadro en esa defensa de la premisa causal del argumento cosmológico kalam.
El argumento implica de una manera deductiva que hay una causa trascendente del universo. Inclusive en este punto, no se infiere que esa causa sea Dios. Es sólo después que uno ha hecho un análisis conceptual de lo que es una causa trascendente del universo que uno puede deducir de manera lógica un número de propiedades sorprendentes de esa causa: que no tiene comienzo, no fue causado, es incambiable (inmutable), atemporal, sin límite de espacio, enormemente poderoso y personal. Aún en este punto, estoy contento de decir que el argumento demuestra, no que Dios existe, sino que existe un Creador personal del universo.
Por lo tanto, no es bueno arrojarle epítetos vacíos de “Dios de los huecos” a este argumento. El crítico tiene que disputar por lo menos una de las premisas.
De hecho, me siento inclinado a doblar la mesa en este punto y acusar al crítico de sostener un naturalismo del tipo Dios de los huecos. Es él quien resiste la evidencia científica a favor de la declaración religiosamente neutral de que el universo comenzó a existir. ¿Por qué él se niega a seguir a dónde conduce la evidencia? Lo hace debido a la conclusión sobrenatural que implica el argumento cosmológico kalam. Su fe naturalista le impide seguir adonde señala la evidencia científica. Él espera, en contra de la esperanza, de que la evidencia científica será derrocada y restaurará la eternidad del universo.
Lo que es irónico es que los prospectos para ese reverso científico se están desvaneciendo más y más cada día. En una entrevista reciente George Ellis, uno de los cosmólogos más prominente del mundo, explica que estamos en los límites físicos de nuestro conocimiento.[1] Nunca podremos construir colisionadores subatómicos más grande que la superficie de la Tierra o entrenar nuestros telescopios más allá en el pasado debido a los horizontes de sucesos. Si Ellis tiene razón, entonces la fe encarnada en el naturalismo del Dios de los huecos es una esperanza vana.
Ahora bien, el argumento del ajuste fino sí hace inferencia a un Diseñador del cosmos sobre la base de la evidencia científica. Donde el argumento cosmológico kalam se infiere de la evidencia científica meramente de que el universo comenzó a existir, en el caso del argumento del ajuste fino sí tenemos una inferencia de la evidencia directamente a una conclusión teológicamente significativa. Pero esa inferencia difícilmente sea sin principios o arbitraria. Como explico en la segunda acotación de mi discurso de apertura en el debate,
la premisa clave en el argumento teleológico basado en el ajuste fino del universo de que
2. El ajuste fino no se debe a la necesidad física o al alzar.
es lógicamente equivalente a una conjunción, las dos conjuntivas han sido argumentadas por científicos sobre bases teológicamente neutrales. Como se declara, la premisa (2) es una disyunción, pero su forma lógica es equivalente a (¬p & ¬q).
La premisa (2) es una declaración teológicamente neutral que es verdadera si el ajuste fino no se debe a la necesidad física ni se debe al azar. Richard Dawkins, un enemigo del teísmo, ha argumentado en contra de la necesidad física sobre bases puramente científicas y Roger Penrose, un agnóstico, de la misma manera ha argumentado en contra del azar sobre bases puramente científicas.
Por lo tanto, el argumento a favor del diseño como la mejor explicación es un argumento de principios que está basado en eliminar las dos alternativas en competencia de la necesidad física y del azar.
Además, como los críticos del Diseño Inteligente han sido rápidos en señalar, el argumento no prueba la existencia de Dios sino que prueba la existencia de un Diseñador Cósmico. Como el argumento no dice nada acerca de las propiedades morales del Diseñador, no se puede decir que el argumento prueba la existencia de Dios en un sentido teológico completo. El teísta argumentará plausiblemente que la probabilidad de la existencia de Dios es considerablemente más alta si existe el Diseñador del cosmos, pero el argumento mismo no es una inferencia del Dios de los huecos.
Así que espero que puedas ver que presentarlo como el argumento simplista “no sabemos cómo este ajuste fino pudiera ocurrir sin Dios, por lo tanto debe ser Dios” no le hace justicia al argumento del ajuste fino. En vez, el argumento es que el diseño es una explicación mejor que las otras dos alternativas. Por supuesto, por la misma naturaleza del caso, los argumentos basados en la evidencia científica son siempre provisionales y están abiertos a revisión. Esa simplemente es la naturaleza de la ciencia. Pero tenemos una razón muy buena para estar de acuerdo con Dawkins y Penrose en que la necesidad física y el azar no son buenas explicaciones. Así que a menos que (y hasta que) el diseño se demuestre ser tan siquiera más improbable que esas alternativas, el diseño permanece siendo la explicación preferida.
Referencia:
[1] Physicist George Ellis Knocks Physicists for Knocking Philosophy, Falsification, Free Will,” [El Físico George Ellis Critica a los Físicos por Criticar la Filosofía, la Falsificación, el Libre Albedrio”, entrevista realizada por John Horgan < Julio 22, 2014> http://blogs.scientificamerican.com.
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